La acompañaron sus hermanos y su pareja, el cineasta Fernando Rovzar. “Yo sabía que iba a recuperar algo que nos pertenece, mis hermanos también. Estábamos seguros. Y un sinfín de detalles. Así como lo envuelven todo desde el amor y el cuidado hacia el otro, asimismo, con papel colorido y estampado, envolvieron mi corazón con cada hallazgo. Hospitalarios, amorosos y serviciales”, agregó.

Bárbara Mori limpió las tumbas de sus ancestros

Recordó que conocieron a muchas personas que hubiesen querido llevarse a casa por la ternura con la que los trataron, por lo bello de sus actos.

“Dos angelitos que pusieron en nuestro camino, Mayuko y Martin que de la mano nos llevaron a recorrer ese camino de regreso a casa, a mí y a mis hermanos, pues traía a cada uno en un bolsillo. Fer, compañero inseparable, caminó a mi lado cada paso y se maravilló junto conmigo por todo lo que esas tierras nos ofrecieron. Me contuvo como un guardián protector del bosque. Gracias a todos los seres de luz que me acompañaron en esta búsqueda. Gracias a la luna por ser ese faro e iluminar siempre mi camino”, concluyó la también productora.

Hace unos días, en entrevista con la prensa, Bárbara Mori contó que había estado en Japón, visitando las tumbas de sus ancestros, de todos los Mori.

“Encontré las tumbas llenas de hierba, toda la vegetación crecida, como abandonadas, y las limpiamos entre Fernando y yo, y unas personitas hermosas que me acompañaron, cortamos la vegetación, las tallamos con una esponjita, les pusimos flores”, platicó.

Se dijo orgullosa de sus antepasados. “Le agradecí a mis ancestros por todo lo que han hecho por nosotros, entonces el Mori trae una carga muy hermosa, es una cultura en Japón muy bella, significa bosque”.